Río Grande - Isla de los Estados - Ushuaia.
Tierra del Fuego, la última estación.
En el año 2010 tras recorrer la costa Este de Tierra del Fuego quedamos impactados con el lugar. El clima tan desafiante, con vientos que fácilmente nos hicieron volver para atrás. Las corrientes a favor y en contra, siempre evidentes peinando las algas para un lado y para el otro. Un mundo natural único, con aves marinas volando en todas direcciones. Y qué decir de la historia del lugar, paso obligado de los más grandes navegantes de todos los tiempos. Es simplemente una creencia nuestra ésto del Gen Yagán, el gen de los nativos canoeros de éstas tierras. Una justificación para volver y recorrer parte de lo que dejamos atrás sin conocer, La Isla de los Estados, el Cabo de Hornos y los canales Fueguinos. Una experiencia única e intensa.
Escasos 29 km nos separaron de la Isla de los Estados, no podíamos dejar de mirar para aquel lado, con un estrecho de Lemaire planchado, invintándonos a cruzar. Las ganas y la curiosidad persisten en nuestras mentes, por eso allá vamos, hacia los confines de la tierra, buscando terminar algo que comenzó hace tiempo. La última navegación, el final del recorrido.
En el año 2010 tras recorrer la costa Este de Tierra del Fuego quedamos impactados con el lugar. El clima tan desafiante, con vientos que fácilmente nos hicieron volver para atrás. Las corrientes a favor y en contra, siempre evidentes peinando las algas para un lado y para el otro. Un mundo natural único, con aves marinas volando en todas direcciones. Y qué decir de la historia del lugar, paso obligado de los más grandes navegantes de todos los tiempos. Es simplemente una creencia nuestra ésto del Gen Yagán, el gen de los nativos canoeros de éstas tierras. Una justificación para volver y recorrer parte de lo que dejamos atrás sin conocer, La Isla de los Estados, el Cabo de Hornos y los canales Fueguinos. Una experiencia única e intensa.
Escasos 29 km nos separaron de la Isla de los Estados, no podíamos dejar de mirar para aquel lado, con un estrecho de Lemaire planchado, invintándonos a cruzar. Las ganas y la curiosidad persisten en nuestras mentes, por eso allá vamos, hacia los confines de la tierra, buscando terminar algo que comenzó hace tiempo. La última navegación, el final del recorrido.